Durante tu recorrido por Cusco es muy probable que encuentres locales y turistas masticando la hoja de coca. Esta actividad hace parte de una larga tradición peruana proveniente de la época de los Incas, quienes la utilizaban con fines medicinales, estimulantes y como parte de rituales religiosos.
Los historiadores estiman que las primeras aplicaciones de la hoja de coca datan de alrededor de 6.500 años antes de la llegada de los españoles a territorios peruanos. En aquella época su uso estaba limitado a los sabios, nobles, adivinos y ancianos del Imperio Inca, así como a los mensajeros o chasquis, quienes debían recorrer grandes extensiones de tierra para entregar comunicaciones importantes y objetos de gran valor.
Muestra de ello son los recientes hallazgos de investigadores de la Universidad de Vanderbilt (Estados Unidos), quienes encontraron restos de hoja de coca mascada y rocas ricas en calcio entre las ruinas de antiguas poblaciones de cazadores del noroeste de Perú. “No lo encontramos en el contexto de muchos hogares, como si fuera algo que mucha gente usara en exceso, sino más bien parecía estar restringido a determinados hogares de individuos y producido en una especie de contexto público, no individualizado”, explica el doctor Tom Dillehay.
Dado su carácter sagrado, la hoja de coca era sinónimo de prestigio y un regalo muy preciado. Con el tiempo, su uso se extendió también al trueque, haciendo las veces de moneda para el intercambio de productos agrícolas entre los campesinos de los Andes. Adicionalmente, los encargados de los cultivos y las labores de pastoreo masticaban la hoja de coca antes de iniciar la jornada, a media mañana para combatir el cansancio y en horas de la tarde, después de terminar todas sus tareas.
Asimismo, los campesinos tenían por costumbre echar hojas de coca al suelo para iniciar la cosecha como una ofrenda a la madre Tierra, llamada también Pachamama, para que esta protegiera los cultivos.
De igual forma, la hoja de coca ocupaba un lugar importante en los ritos funerarios. La civilización Inca acostumbraba colocar hojas de coca en la boca de los difuntos pues se creía que esto les ayudaría a proteger su alma para que llegaran en paz al mundo de los muertos. De hecho, en muchas tumbas peruanas se han encontrado restos de hojas de coca.
¿Cómo se consume la hoja de Coca?
La forma tradicional peruana de consumir este producto consiste en masticar hojas de coca hasta que segregan todos sus nutrientes, tratando de no triturarlas por completo ni tragarlas. Este producto se retiene en la boca, dejándolo reposar en las encías o justo debajo de la lengua durante una o dos horas.
Masticar la hoja de coca puede ayudarte a aliviar los síntomas del mal de altura, los cuales son muy comunes debido a la altitud en la que se encuentra la ciudad de Cusco. Esto es especialmente útil si vas a recorrer el Valle Sagrado de los Incas o visitar Machu Picchu durante tu viaje por Cusco Imperial, ya que la caminata puede resultar extenuante si no estás acostumbrado a la altura.
En la actualidad también se pueden encontrar en los mercados y restaurantes de Cusco infusiones de coca, té, caramelos, harinas y productos de repostería preparados con coca. Todos ellos son un testimonio de la importancia de esta planta en la cultura peruana.
Foto: Audrey Sel. (Uso de imagen bajo licencia Creative Commons 2.0)
¿Cuáles son los beneficios de la hoja de Coca?
La hoja de coca posee proteínas, vitaminas y minerales que le otorgan propiedades nutricionales y curativas. Estos son algunos de los beneficios de mascar hoja de coca o consumirla a través de bebidas e infusiones preparadas con un extracto de este producto:
- Tiene un alto contenido en minerales como calcio, potasio, magnesio, fósforo, hierro y zinc.
- Es una fuente importante de flavonoides y antioxidantes que retrasan la aparición de los signos del envejecimiento.
- Contiene altas cantidades de vitaminas A, B1, B2, B3, C y E.
- Las hojas de coca son una fuente rica en calcio, por lo que ayudan a prevenir la osteoporosis.
- Mejora el funcionamiento del hígado ya que ayuda a limpiarlo de sustancias tóxicas.
- Las infusiones y tés a base de hoja de coca mejoran la digestión y tienen propiedades diuréticas.
- Ayuda a tratar enfermedades de las vías respiratorias, como el asma y la bronquitis.
- Combate el mareo, el cansancio, el insomnio y otros síntomas del mal de altura, conocido también como ‘soroche’.
- Mejora la circulación y hace que cerebro y músculos aprovechen mucho mejor el oxígeno.
- Es muy recomendable para calmar dolores por sus propiedades analgésicas.
- Gracias a sus efectos estimulantes, también puede ser usada para combatir la depresión.
- La práctica del ‘chacchado’ o mascado de hoja de coca ayuda a prevenir y combatir las caries.
Museo de la coca, un lugar para conocer más la historia y usos de la hoja de coca
Ubicado a pocos pasos del Templo de San Blas en Cusco se encuentra el Museo de la coca. Este singular museo, situado en el segundo piso de una casa colonial, es el lugar ideal para conocer más sobre la hoja sagrada de los Incas.
El recorrido consta de unas 15 vitrinas adornadas por tapices y ornamentos, en los que se muestra la historia detrás de la hoja de coca y su relación con la cultura Inca, el proceso de siembra y cosecha, sus usos medicinales y su rol actual en la vida cotidiana de los campesinos de la región.
Al final del recorrido podrás disfrutar de un té de coca, probar dulces y otros productos de repostería a base de este producto y comprar una postal como recuerdo de tu visita.
El Museo está ubicado en Plaza San Blas 618, y está abierto de domingo a domingo de 9:00 a.m. a 7:00 p.m.